Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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1413
Legislatura: 1889-1890 (Cortes de 1886 a 1890)
Sesión: 24 de abril de 1890
Cámara: Congreso de los diputados
Discurso / Réplica: Réplica a los Sres. Maura y Azcárate
Número y páginas del Diario de Sesiones: 146, 4569-4570
Tema: Suplementos de créditos a varios capítulos del presupuesto de Marina

Siento verdaderamente verme precisado a tomar la palabra en este debate para dar las debidas explicaciones a mi distinguido amigo el Sr. Maura, porque no puedo hablar sin hacerme cargo de la injusticia con que ha tratado a la situación el Sr. Azcárate; sin esa circunstancia, mientras no tomara parte en el debate podía pasar mi silencio por aquello de "en otra ocasión contestaré"; pero viniendo al debate, me parece un poco difícil no contestar; siento cierta repugnancia a no hacerlo.

Pero, en fin, paso por tantas cosas que me cuestan repugnancia, y grande, que voy a pasar por ésta más, a fin de no prolongar este debate y salir de esta situación que tiene embarazada la marcha de otros asuntos.

Yo recogeré en ocasión oportuna todo lo que ha dicho con gran injusticia el Sr. Azcárate de esta situación.

Su señoría, sin duda, ha tenido miedo a la calumnia que dirigen a esa minoría diciendo que es una oposición falsificada, y ha querido demostrar esta tarde que no es falsificada, sino verdadera; pero yo le demostraré que lo ha hecho con gran injusticia. (El Sr. Azcárate pronuncia algunas palabras que no se perciben).

Porque esa actitud ahora no venía al caso; porque así como S.S. ha dicho que yo me he convertido en discípulo del Sr. Cánovas, y no por eso me siento inclinado a hacer más de lo que hago combatiendo al partido conservador, para acreditar que no es cierto lo que S.S. ha supuesto, S.S. me ha de permitir que yo crea que por las acusaciones que dirigen a SS. SS. otros compañeros, de que esa minoría hace al Gobierno una oposición poco enérgica, S.S. ha querido demostrar que es una oposición muy enérgica.

No hay más sino que en mi opinión, y algún día se lo demostraré a S.S. hasta la evidencia, más que enérgica, ha sido injusta.

Me basta por ahora consignar esto, pues ya llegará el caso en que discutamos S.S. y yo; y como ha planteado la cuestión política, en la cuestión política me veré con S.S. y con los demás partidos de la Cámara.

Entretanto yo quiero dar explicaciones satisfactorias al Sr. Maura. Su señoría dice: yo no me opongo al crédito; lo que hay es que no quiero votarlo pura y simplemente, sino que quiero garantías para el porvenir.

Pues bien; yo voy a dar a S.S. todas las garantías que quiera. ¡Si yo soy el primero que las pido! Yo he estado viendo las garantías que ofrecía la Cámara, para aceptarlas, y cuanto mis enérgicas mejor.

Ahora ¿qué garantías quiere S.S.? ¿Quiere las del proyecto de ley de contabilidad con las modificaciones que juzgue necesario introducir el Congreso, a pesar de estar ya aprobado por el Senado, apretando más los tornillos para que sea todavía mejor la contabilidad de la Hacienda pública? Pues yo las acepto con mucho gusto, y recomiendo desde aquí a los individuos de la Comisión que den pronto dictamen y que apuren cuanto quieran la materia en el sentido [4569] de buscar lo más perfecto para la buena administración y contabilidad de la Hacienda pública.

Ahí está su digno presidente el Sr. Maisonnave, que es muy entendido en administración, y ahí está el Sr. Cos-Gayón, muy competente en Hacienda. Pues que el Sr. Maisonnave y el Sr. Cos-Gayón con sus dignos compañeros de Comisión estudien detenidamente el proyecto de ley que está en el Congreso, y acepten lo que crean más conveniente para la mejor gestión de la Hacienda pública, y tengan SS. SS. la seguridad de que su obra será aceptada por la Cámara; pero como garantía, que lo hagan pronto, que si quieren, dados los conocimientos y la práctica que tienen sobre estas cosas, pueden presentar en breve plazo el dictamen, y una vez presentado, yo ayudaré a SS. SS. para que ese dictamen se discuta pronto, y como en la discusión de ese dictamen ha de intervenir también mi distinguido amigo el Sr. Maura, entonces explicará S.S. todo lo que crea necesario y daré los elementos indispensables para que la ley de contabilidad sea la regla estricta a que se ajuste en adelante el mejor servicio del presupuesto del Estado. Su señoría me tendrá en su compañía para ayudarle.

Ahora, si la Comisión no pudiera estudiar el dictamen en el tiempo que falta, o si después de estudiarlo, por circunstancias especiales independientes de la voluntad del Gobierno, y de las que no he de hablar, no llegara a ser ley el proyecto antes del día 1° de julio. ¿Qué habremos de hacer? La Comisión de presupuestos, llevada de la mejor buena fe, había querido que ese proyecto de ley presentado por el Gobierno, y que había ya sido aprobado por la otra Cámara, rigiera para todo aquello que al presupuesto se refiriese; pero eso no parece bien que se haga por cuestión de susceptibilidades. La Comisión de presupuestos, que es una buena compañera de la Comisión que entiende en el proyecto de ley de contabilidad, no quiere de ninguna manera ofenderla, y entonces, ¿qué medio hay? ¿Debemos prescindir de éste? ¿Con qué vamos a suplir esta deficiencia? Ya lo ha dicho el señor Cos-Gayón, y yo con un signo he aceptado sus indicaciones; aceptemos la fórmula que nos den el señor Cos-Gayón y el Sr. Maura. De manera que la Comisión, de acuerdo con SS. SS., buscará la fórmula que establezca la mejor garantía para el porvenir. (El Sr. Maura pide la palabra) ¿Quieren más SS. SS.? Con todo esto se demuestra, Sres. Diputados, que la Comisión de presupuestos ha hecho todo lo que ha podido y se ha guiado por el patriotismo más correcto.

Ha andado buscando, no sólo la aprobación de los créditos, sino las garantías necesarias para el porvenir, y en el deseo de encontrarlas pronto, ha llegado a estar dividida; pero el mismo deseo la ha unido después, y el mismo deseo la hace aceptar la fórmula que ha de proponer el Sr. Cos-Gayón, que en esto no es adversario nuestro, porque, cuando se trata de cuestiones de presupuestos y de contabilidad, yo no reconozco adversarios, sino que acepto lo mejor, venga de donde viniere. Éste es el deseo que animaba a los individuos de la Comisión, que no merecían el mal trato que se les ha dado.

Enhorabuena que maltraten a los Gobiernos, porque, por el sólo hecho de serlo, ya han cometido un delito que tienen que purgar; pero la Comisión, que no hace más que representar al Congreso; la Comisión, que lo ha representado tan bien, no merecía la oposición y los ataques que de todos los lados se le han dirigido.

Por consiguiente, yo desearía que sin más dilaciones procediéramos a la votación, y que el señor Maura votara el crédito, en la seguridad de que S.S., y yo, y todos, hemos de contribuir a buscar las garantías que necesitamos para que en el porvenir no se repitan estos defectos, que han sido de todas las situaciones; estos defectos que el Sr. Azcárate considera como delitos muy graves, y que se han cometido por todos los Gobiernos de todos los países, y si S.S. viniera un día a ser Gobierno, los cometería también. (El Sr. Azcárate hace signos negativos). ¿Cómo que no? Yo he leído que hace algunos años, en 1885, Mister Childers, Canciller del Exchequer, se presentó en el Parlamento británico a pedir un suplemento de 325 millones de pesetas, y al pedirle hizo esta declaración: "Y tened en cuenta, Sres. Representantes, que ya llevo gastados 181 millones", y no se hundieron las esferas, ni ocurrió nada, y lo que hicieron aquellos Diputados fue decir: "Cuando el Gobierno lo ha hecho, habrá tenido necesidad de hacerlo, porque los Gobiernos no hacen esas cosas por capricho". No hay que asustarse, pues, tanto de estas cosas, ni de otras parecidas, que si ocurren, es por causas especiales que poco a poco van sometiéndose a reglas que las hacen menos frecuentes y acaso imposibles. Y por no alargar más el debate, no quiero, como he dicho, entrar en discusión con el Sr. Azcárate ni con nadie, y pido a todos, como cuestión de gobierno, que este asunto se vote cuanto antes, para que pueda seguir tranquilamente la discusión de los presupuestos. [4570]



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